La música tiene varias habilidades, entre ellas hacernos cambiar el estado de ánimo, nos hace pensar, sonreír, llorar, enamorarnos, calmarnos, todo dependiendo del ritmo que escojamos.
Cosas tan sencillas como escuchar una canción que nos guste, que nos haga feliz o ritmos alegres, provoca en nosotros unos sentimientos de bienestar, que a su vez, son capaces de influir en el tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos, haciendo que se dilaten, permitiendo un mayor flujo sanguíneo.
Estudios realizados en la escuela de medicina de la Universidad de Maryland, han conseguido demostrar que las emociones que nos produce la música que nos gusta, tiene un efecto positivo en la salud de nuestro sistema cardiovascular.
Los resultados como dice el Dr. Michael Miller, “No implica que debamos dejar de recetar estatinas o dejar de recomendar realizar ejercicio físico, pero sí que deberíamos incorporar la música a los programas de salud cardiovascular”Una pequeña aportación y un gran consejo.
PON MÚSICA EN TU VIDA, PON UN DALI EN TU VIDA
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